Son 30 días de celebración por haber enfrentado el estigma, aceptarse como personas con una orientación diferente a la heterosexual y en caso de no tenerla al menos reconocer las múltiples formas en que el amor y el sexo se expresan.
También es un mes de reflexión y de lucha, pues si bien ya es bastante que el colectivo de la diversidad sexual se empiece a ser visible no sólo en los medios de comunicación sino en el común de la sociedad, aún los derechos de las personas LGBT no están garantizados y muchas veces ni estipulados en la ley.
Junio es el mes de las marchas gays, de los semidesnudos, los pronunciamientos, los disfraces, las consignas, los travestis, el arcoiris, la fiesta, la música, los trajes exóticos y las muestras de afecto entre personas del mismo sexo.
En México esto no es la excepción. El próximo 28 de junio los mexicanos celebramos los 30 años de la primera manifestación gay. Primero, en 1978, como un agregado de cerca de 20 personas a la caminata del décimo aniversario de la matanza del 68.
Luego, con el tiempo, como el inicio de una protesta únicamente gay que exigía visibilidad, después como una manifestación a la que se le incorporaban causas como el VIH SIDA, posteriormente como el inicio de una tradición y quizá ahora también la oportunidad de promoción de comercios enfocados para el llamado mercado rosa, y la propaganda para partidos políticos.
Sí, a tres décadas, la marcha reúne objetivos diferentes: es el gran carnaval para unos, la muestra de visibilidad social para otros y el gran negocio para unos cuantos. Todos avanzando en una misma calle y con el mismo rumbo pese a la gran diferencia de propósitos.
Entonces ¿de quién es la marcha? Sencilla e idealista respuesta es afirmar que es de la gente, sin embargo la convivencia de estos tres fines a veces no es tan simple.
Los activistas buscan enviar un mensaje político a la sociedad que se ve mermado por la fiesta y el morbo que medios de comunicación captan en sus cámaras y sus textos. A su vez este carnaval se contamina con la propaganda de los partidos que buscan ser concebidos como incluyentes.
La manifestación de las personas se ensombrece con los anuncios y promociones de muchos comercios LGBT.
Por eso la pregunta sobre la pertenencia de la marcha, pues ya desde hace varias ediciones la multiplicación de intereses en una sola manifestación ha complicado su organización.
Es más, ya en algunas ciudades de la República mexicana, como en Guadalajara, existen conflictos por la apropiación legítima o ilegítima de la más fuerte expresión de visibilidad que el colectivo de la diversidad sexual tiene en todo el año.
Es muy cierto que la unificación de objetivos es una tarea muy complicada y a la vez utópica, pero también lo es que todos los intereses deben entrar en las marchas gays pues tan legítimo es poder anunciar un comercio enfocado a la gente LGBT como caminar en demanda de derechos humanos o simplemente ir de fiesta.
Lo que se necesita son reglas claras para que esta convivencia de intereses no caigan en el libertinaje y que grupos tan alejados como empresarios y activistas trabajen juntos bajo la finalidad de crecer como sector social.
Normas puntuales para que la marcha no beneficie política o económicamente a un solo grupo, y mucho menos a una sola persona. Pautas que todos acaten en consenso y que de no cumplirlas que no participen.
No es válido que sean unos los que la organicen y sean responsables ante las autoridades, mientras otros sólo saquen beneficio. Tampoco lo es que quienes la convoquen sean los únicos que puedan pronunciarse y mucho menos que sean unos cuantos quienes con provocadores cuerpos o vestuarios se lleven la primera plana olvidando a todo el movimiento que quieran o no representan.
Urge que 30 años después de la primera marcha gay se definan estas reglas en todas las manifestaciones de este tipo del colectivo a lo largo y ancho de México. Sin embargo la incógnita sigue pues quién puede o tiene la calidad moral de hacerlo. ¿De quién es la marcha?
Publicado por la Redacción de Anodis el 9 de junio de 2008 en Anodis.com
Reproducido en este medio con fines informativos y de conciencia social, sin fines de lucro ni plagio intelectual.
Hola amigo... me hubiera gustado que el comentario lo hubieras emitido tu... con tus propias palabras y con tu punto de vista... Mira lamentablemente, no es mostrarnos en la calle... y decir aqui estamos.... y merecemos respeto... cuando somos los primeros que no nos respetamos... como vamos a pedir respeto.... a parte si como país tenemos una gran desunion, pues como comunidad aun mas.... y esta demostrado... la marcha se ha convertido en un jolgorio, que nos es malo pero pierde su origen, el manifestarse en contra de actos de represion y homofobia
El que suscribe fue ayer obejeto de un acto de humillacion y discriminacion por parte de la autoridad policiaca de la ciudad de mexico, que no tiene conciencia de lo que significa la libertad de transito y expresion en este pais, derechos consagrados en nuestra constitucion y que no se aplican igual a la ciudadania, y menos a nuestra comunidad
Y que hacemos, chacotear y ligar en un evento que tienes causes nacionales
Es deber de nosotros en lo individual y en lo colectivo, luchar por nuestra comunidad, asi como respetarnos, y no solo hacer un acto de falsa presencia, al que tambien, por segundo año consecutivo acudire...
Falta decir que el dia 28 de junio los esperamos a quien quiera acompañar a nuestro grupo en la ciudad de mexico, nos veremos en el mix up de zona rosa. a las 13 00 horas...
Asi mismo invito a decir y manifestarse en la vida cotidiana por nuestros derechos... que tenemos por el simple hecho de ser seres humanos
Un abrazo...
CONTINUARA.....
Continua....
Las empresas... y la Marcha
Habia dicho que iba comentar... sobre las empresas y la marcha y aqui esta...
Pues al menos en la Ciudad de México las empresas dedicadas a la comunidad, hacen sus mayores eventos publicitarios, es decir promociones de sus servicios, entre ellos los antros, paginas de internet y otros relacionados.
No es malo hacer publicidad, ni proporcionar esas acciones, pero parece el carnaval de Veracruz, o a un Desfile de la Ciudad de México, en donde vemos marcas como Coca Cola, Nestle, Cervezas, etc., pero menos lo que representa un Evento defender los derechos y equidad de la comunidad LGBT, entrar en detalles politicos... y la misma comunidad... pues tampoco... nada...esta feliz... que es lo que debemos hacer... rescatar un evento en donde hace 30 años apenas unas 20 damas desfilaron para defender sus derechos.... o seguir el juego comercial del carnaval... en fin...
cada quien tiene la respuesta
Por cierto... fui victima del abuso policiaco... no me atendieron en los numeros de la comision de derechos humanos del df
mal plan
Abrazos