La Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en Ingles) tomó una decisión polémica en días pasados al ratificar una norma que prohíbe a los hombres homosexuales donar sangre en toda su vida.

Muchas organizaciones que luchan por los derechos del Colectivo LGBTT han buscado por todos los medios la eliminación de esta norma desde 1983, año en que se implemento en aras de prevenir la propagación del VIH a través de transfusiones sanguíneas.

La Cruz Roja argumento al respecto, el año pasado, que, excluir a los gays de las personas aptas para donar sangre es una determinación "médica y científicamente injustificada”.

En Estados Unidos, todo aquel que quiera donar sangre y sea del sexo masculino debe responder un cuestionario que incluye una pregunta que apunta a averiguar si el donante ha mantenido relaciones sexuales con otros varones desde 1977 -año en que comenzó la epidemia de Sida en EUA-.

De ser afirmativa la respuesta, la persona en cuestión queda excluido de la práctica de donar sangre de por vida, ya que, según argumenta la FDA, este grupo tiene más riesgo de padecer una infección, como el VIH, y transmitirla mediante la sangre.

La Cruz Roja en conjunto con la Asociación internacional de Donantes de Sangre y los Centros de Donantes Americanos, solicitaron a la FDA que suplantara la prohibición de por vida por una temporal de al menos un año.

El pedido se basa en el hecho de que las pruebas que se utilizan en la actualidad pueden detectar la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) a los tres meses desde la conducta sexual de riesgo, "por lo que la prohibición de por vida es innecesaria", dicen las organizaciones de donantes.

La respuesta de la FDA a esta petición fue negativa, ya que, a pesar de que reconocen la eficacia de los test, señalan que estos "no pueden detectar el VIH el 100 por ciento de los casos, lo que puede suponer un pequeño riesgo para los receptores de la sangre".

La decisión de la FDA puede excluir a muchos donantes sanos, con la falta que hacen las donaciones de sangre, aunado a que discrimina a los homosexuales, algo que, obviamente, niega la Agencia.

Ah, pero luego a los estadounidenses les encanta jactarse de ser pioneros y perpetuos defensores de las garantías y derechos humanos, pero quieren tapar el mundo con un dedo cuando sucede lo contrario; prueba de ello es que en casi ningún medio habló al respecto.

Lo más lamentable es que el “prestigio” de la FDA es rigurosamente seguido en todo el mundo y es posible que esta norma absurda se repita en otros países.